El Santo Cristo, casi desde su fundación, estuvo dotado de cuantiosas rentas que le producían las propiedades que se le habían ido agregando por la piedad popular a su cofradía, convertida en el siglo XVIII en el llamado Caudal u Obra Pía, que es quien gestionaba el mantenimiento del hospital, ermita, fiestas religiosas estipuladas y la lámpara de aceite del santuario, además del pago de los salarios a los sirvientes y trabajadores de las fincas agregadas, sus labores agrícolas y el mantenimiento de los inmuebles.
En el archivo parroquial en el siglo XIX sobre esta Obra pía sólo se conservaba un testamento de un tal Bernardo Loum que decía que dicha obra estaba dedicada “a el Culto de la Ermita y conducción de Pobres enfermos a los Baños y Hospitales”. La acendrada devoción hizo que el Caudal gozase durante el siglo XVIII de generosas rentas, que dieron lugar a numerosos fraudes y débitos de sus gestores.
Es pues la Obra pía, una obra de carácter benéfico-social, pero a diferencia de las inquietudes vecinales por sostenerla y aumentarla en los siglos XVI y XVII, en el siglo XVIII son muy escasos, o casi nulos, los donativos de los vecinos.
Durante el siglo XVIII los donativos se centran en las grandes obras religiosas de bienes muebles e inmuebles y en el fomento de la piedad popular. El hospital quedó ya como mero albergue de pobres transeúntes que subsistía de los escasos productos que sus propiedades le daban, la mayoría mal administradas, y a merced de la codicia de administradores y clérigos.
En la pregunta treinta del catastro del marqués de la Ensenada, se decía que en Jódar no había hospital y que la cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia cargaba con recoger los pobres transeúntes enfermos, lo que le producía un gasto de 200 reales. Esta obra pía desde la segunda mitad del siglo XVIII, por lo menos, estuvo administrada por los párrocos o por clérigos de la parroquia, así hasta su extinción en el siglo XIX.
Poseía tierra contigua a la Ermita del Santo Cristo de la Misericordia con 9 celemines de regadío con agua de la Fuente de Caño Gordo de primera calidad con 45 frutales, estaba cercada y arrendada a Alonso Felipe Valencia. Tierra junto a la anterior de 2 celemines de secano de primera con 9 morales, estaba arrendada a Pedro de Balboa. Tierra en Los Majuelos de una fanega de secano de segunda con 7 olivas, y otro pedazo en el mismo lugar de una fanega de secano de segunda. Tierra en el Cerro La Horca de 2 fanegas de secano de tercera arrendadas las anteriores al presbítero Andrés de Vargas Mengíbar. Tierra en Fuente Marín de 10 fanegas de secano de segunda, que lindaba a levante con la fuente y al poniente con el Barranco de las Cuevas, estaba arrendada a Juan Rodríguez Marín, y éste la traspasó a Andrés de Vargas.
Casa cortijo de Botijoso de 14×9 alquilado en 6 ducados, distando una legua de la población. Tierra del anterior cortijo de 34 fanegas de secano de segunda, lindaba a levante con el arroyo del Obispo, a poniente con el Barranco Bartolomé y al norte con tierras de Úbeda. Tierras en el Albardinar de dicho cortijo con 8 fanegas de secano de segunda. Tierra junto al cortijo anterior de 24 fanegas, de las que 14 fanegas eran regadas por el arroyo del Cañaveral y de tercera calidad y 1º fanegas eran secano de primera. Otra tierra también inmediata al cortijo de 76 fanegas de secano, de las que 20 eran de primera, 20 de segunda y 36 de tercera. Tierra en el mismo cortijo de 23 fanegas de secano de primera. El cortijo y tierras estaban gravados con un censo a favor del Marqués a quien se le debía de pagar 7 fanegas de trigo y 20 de cebada, a 15 ó 16 reales la fanega, ascendiendo el importe a 147 reales. Estaba todo arrendado a Manuel de Vilches. También poseía tierra en el Barranco Rupérez de 6 celemines de secano de primera con 7 olivas. 5 olivas de segunda en el Chorruelo, olivar de Juan Serrano Velasco, 5 olivas de segunda en el Chorruelo en el olivar de la Cofradía de las Ánimas, arrendado todo lo anterior a Manuel López. En cuanto a casas poseía una en la calle Cárcel de 6×12 arrendada en 8 ducados, otra en la calle del Mesón de 7×5 arrendada en 3 ducados, otra casa en la calle Corralejo de 11×13 arrendada en 9 ducados, hacía esquina a la Carrera.
En cuanto a cargas tenía obligación de dos fiestas mayores los días de San Felipe y Santiago (3 de mayo), y el día del Salvador del Mundo (por su agregación a la Basílica de San Juan de Letrán), con limosna de 9 reales. 5 arrobas de aceite para la lámpara de la Ermita del Santo Cristo reguladas en 65 reales. De gastos menores y reparos en la Ermita se estipulaba 50 reales.
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Del año 1834 existe un curioso estadillo de cuentas de la Obra pía del Santo Cristo dirigido al obispado, el cual nos da una clara visión de su mal estado, el mismo dice así: “Pueblo de Jódar. Como admor. De la Obra pia del Sto. Cristo de la Misericordia de esta Villa Certifico y juro que los bienes y rentas de dha. Obra pia en los años del quinquenio qe. se expresara con arreglo á la circular e instres. De la Junta del repartimto. del subsidio son los sigtes = Bienes adquiridos antes del concordato de 1737. Un olivar biejo de 30 pies arrendado en cada un año en 30 reales de 1827 a 1831. Otro id. De 42 pies arrendado en 80 reales en los mismos años. Otro olivar de 40 pies arrendado en 50 rs. en esos años. Bajas. De contribuciones por fincas adquiridas despues del Concordato por los cinco años del quinquenio 108 rs. Gasto de zera pª dha. Hermita en los cinco años 818 rs. Por vino y hostias en dhos. Cinco años. 247 rs. Por aceyte pª la lampara pr. dhos. 5 años 405 rs. Por salario del hermitaño en los 5 años a razon de 275 rs. cada año. 1.375 rs. Labado de ropa a 3 ducs. anuales pr. los 5 a. 165 reales. Por tres fiestas anuales de 27 cada una en dhos. Tres años 135 rs. Por 4 misas rezadas cada año de cargo de esta obra pia. 0 rs. Por conducion de enfermos al Hospital se podría calcular por el quinquenio. 180 rs. Nota: Aunque esta obra-pia posehe una casa calle del Corralejo de esta Villa arrendada en 33 ducs. Ans. Un huerto de quatro celemines de tierra sin agua dos Censos a su favor de 332 rs. de redito anual y otro olivar biejo de 65 pies estan sugetas estas fincas a la Contribucion Civil por haber sido adquiridas despues del concordato y no ser de primera fundon. Rubrica Francisco Arrendo y Rico que era el administrador y el Prior”.
Ildefonso Alcalá Moreno
Cronista oficial de Jódar.